jueves, 17 de junio de 2010

Jaime Sabines

Soy costilla que duele al no tocarse,
dijo el "lento, amargo animal"
que busca en tu almohada un trozo de luna.
El mundo cabe en tus ojos y el universo en tus manos.
Sí, tú, amargo que eres, que has sido.
Porque absorbes nuestras llagas
y las haces poesía.
"Lento, amargo animal" que nos habitas
desde la gota de música que tus uñas vomitan,
hasta la inmensidad de las lágrimas
que los ojos se guardan.

Soy becario de la muerte
en el último naufragio del día,
dijiste al papel, el del tabaco,
el del boleto, el tuyo.
"Lento, amargo animal"
que nos habitas.

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