jueves, 17 de julio de 2014

La inspiración negada

Eduardo Campech Miranda.


Después de dos frustrados intentos, vuelvo al papel. Estas líneas me han sido más difíciles que hacerles la carta a los Reyes Magos. Confieso que intenté escribir en torno a la concepción del Ser Supremo en Platón, pero mis tres pelos de tonto lo han impedido. También consideré realizar una disertación de los triángulos, aunque mi experiencia se remite a los de tintes amorosos solamente. Por eso prefiero un cuarto a un tercio, pero sí un trío a un cuarteto. Pero volvamos al texto y no a confesiones personales, las cuales, dicho sea de paso, son problema de dos, de tres ya es chisme.

Me encomiendo a la Santísima Trinidad y mis dedos vuelven al teclado, intento ser crítico literario: “¡Ah! Vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose,/lento juego de luces, campana solitaria,/crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,/caracola terrestre, ¡en ti la tierra canta!”, el poema Tres de Pablo Neruda ha sido opacado, principalmente, por los poemas Quince y Veinte…

¡Tantas cosas con relación al 3 y no logro hilvanar tres ideas!: The Three Stooges, Los Tres Cochinitos y el Lobo Feroz, Los Tres Mosqueteros, Los Panchos, Los Tres Caballeros, The Police, los tres deseos que se piden al genio o Los Tres Pelos de Oro del Diablo, Fernández-Figueroa-Magdaleno. Me quedo con los deseos: 1) Abordar el metro de la Ciudad de México en Universidad y bajarme hasta Indios Verdes, en un vagón sólo para mí, en horas pico; 2) resolver, sin calculadora, una raíz cúbica y 3) que todos mis deseos se tripliquen por siempre.


Recuerdo que cuando niño jugaba futbol, los defensas siempre pelábamos por el número tres. Ese mismo que portaba Fernando Quirarte en la espalda. Algunas ocasiones lo obtuve, otras, me tuve que conformar con el que me asignaban. Ese número era el objeto del deseo, movíamos agua, tierra y aire con tal de conseguirlo. Ofrezco disculpas a mis tres lectores, la inspiración y las musas, me han negado tres veces.

Publicado en "La Gualdra", suplemento cultural de La Jornada Zacatecas, junio 2 de 2014.