Contra el otoño enfocas tus naves,
las que hundes en mi cuerpo,
las que enfundan veneno.
Mientras ofreces mis ojos,
el deseo es más que una cicatriz
en la fotografía.
Contra el olvido, las cloacas
te sumergen; contra todo,
contraparte, contragolpe, contra mí.
Y ya no quieres ser esclava
de tu cuerpo manirroto
o esa sombra de nadie.
Contra el crepúsculo
la noche se revela,
para enclaustrarte, soledad,
en la botella sin genio,
en la roca-agua
te e(qui)vocas.
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