miércoles, 4 de mayo de 2011

El vertebrado

Cursaba entonces el octavo semestre de Economía. Por la mañana trabajaba y en la tarde acudía a la Facultad. El grupo estaba conformado mayoritariamente por varones. Las mujeres, si acaso, llegaban a cinco. Una de ellas era parte fundamental del núcleo de amigos.

Una tarde de primavera, al llegar del trabajo, encendí la televisión. En el programa llamado "Primer Impacto", transmitían la noticia de un cubano que obligaba a su pareja a realizarle sexo oral.  Un día, cansada de tantas vejaciones, de tanto sometimiento, harta de la violencia sistemática, decidió hacerse justicia no por propia mano... si no por propia boca: de una mordida le arrancó el miembro, lo cogió y huyó en el auto, lanzándolo a un costado de la carretera.

El individuo, como pudo, llamó al 911. El auxilio llegó. Encontraron el pene, se lo cosieron y una cascada de ofertas de la industria porno lo hizo famoso y millonario.

Camino a la Facultad, no dejaba de impresionarme la escena. Al llegar, encontré a mis amigos acostados en el césped, disfrutando la sombra de los árboles y planeando la siguiente aventura que nunca se realizaba.

Ese día las imágenes de la nota seguían ocupando mi atención, de tal manera que sólo saludé con un escueto "¿Qué onda?", y volví a mis reflexiones.

Uno de mis amigos se percató de mi silencio y me cuestionó en torno al motivo. Les platiqué el caso, mientras ellos realizaban gestos de dolor, asombro, impresión y escepticismo. Sólo ella, la dama del grupito, miraba con incredulidad. Cuando concluí, las expresiones no se hicieron esperar: "¡Qué gacho!, ¡No manches!, ¡Imagínate!" En medio de todas esas frases admirativas, surgió de una vocecita una interrogativa:

-¿Pero cómo se lo arrancó?
-¿Cómo que cómo? -respondí sobresaltado ante tan absurda pregunta y continúe. Pues de una mordida.

Con curiosidad, más asombro, más incredulidad, reviró:

-¿Y el huesito? ¿Qué no tiene huesito?

A la distancia pasaba su novio, a quien a partir de ese día se le conoció en los corridillos como "El vertebrado".

Publicado en La Gualdra, núm. 9, Suplemento Cultural de La Jornada Zacatecas, agosto 1 de 2011.