En San Joaquín,
pruebe el licor de manzana. De hecho, en Bernal, venden “cerveza de manzana”.
El municipio es anunciado por el gobierno del estado queretano, como el primer
municipio en el país que brinda los servicios públicos básicos a todos sus
habitantes. En este mismo lugar hay otra zona arqueológica: Las Ranas, igual de
imponentes que Toluquilla.
El destino es
Jalpan de Serra. Por ello volvimos a tomar los poco más de sesenta kilómetros
de curvas hasta la carretera que une Cadereyta y Jalpan. Después de estar en la
zona boscosa ya descrita, se desciende hasta el semidesierto. Las curvas no
terminan, se extienden en el camino en medio de cerros y altitudes blancas,
cactáceas y rocas. Estamos en el municipio de Peñamiller.
La carretera deja
de ser de dos carriles y se amplia un poco, es un corto tramo. Nuevamente
cambia la vegetación y el paisaje. Poco a poco la vegetación y el paisaje
vuelven a cambiar. Otra vez nos encontramos con paisajes maravillosos, angostos
carriles y uno que otro tráiler cargado de madera que hace más lento el viaje.
Un señalamiento
indicando la desviación, a la izquierda, para estar en la Puerta del Cielo, es
indicio de que pronto aparecerá Pinal de Amoles. Pueblo minero, enclavado entre
montañas de bosques. La población es amable y atenta, como lo es en general el
pueblo queretano. ¿Llegó con hambre? Busque donde probar la deliciosas
enchiladas serranas. Partiendo de Pinal de Amoles, puede trasladarse a varios
puntos del municipio, y hacer turismo de aventura y ecológico.
Volvemos a tomar el
trayecto a Jalpan. El viaje parece que inspiró una canción de The Beatles: The long and winding road. Buscamos la
desviación hacia una cascada conocida como “Puente de Dios” (en San Luis Potosí
hay otra). Justo a mitad de una curva cerrada, sin señalamiento previo aparece
una flecha indicando que el lugar está a la izquierda. Por tal motivo, el
acceso es realmente peligroso.
Para llegar a
contemplar esa maravilla de la naturaleza, hay que descender unos cinco
kilómetros en terracería, hasta llegar al Río Escanela. Ahí nos reciben un
grupo de niños que se ofrecen a cuidar el carro. Al lado de una mina se
encuentra la taquilla. Pablo será nuestro guía hasta el lugar deseado.
Caminamos unos dos
y medio o tres kilómetros, y estamos en el “Puente de Dios”, una hermosa
cascada en una cueva. El trayecto es en ascenso. Hay que cruzar el río unas
tres veces. Por eso es recomendable llevar zapatos para tal ocasión o estar
dispuesto a dejar en esas tierras sus mocasines (así le sucedió a un visitante).
Pablo nos cuenta
que trabaja en una mina de mercurio. La mina que vimos es de plata. Uno de los
niños que cuidan los autos me ofrece una piedra de plata. Le muestro la placa
del vehículo y pregunto si sabe que en Zacatecas está la mina de plata más
grande del mundo. El pequeño abre los ojos, tratando de que la imagen creada en
su imaginación sea capaz de entrar en los glóbulos oculares. Pablo es un joven
de no más de veinte años. Le comento de lo peligroso y costoso que es el
mercurio. Dice que gana ciento cincuenta pesos por día en la mina. De guía,
cien por viaje…
Publicado en "La Gualdra", suplemento cultural de La Jornada Zacatecas, 19 de agosto de 2013.
Publicado en "La Gualdra", suplemento cultural de La Jornada Zacatecas, 19 de agosto de 2013.
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